Otra vez ha pasado más tiempo del que pretendía desde la última vez que actualicé. Lo cierto es que no ha sido por falta de novedades. Hoy, hace cosa de un año y dos o tres meses, Olivia llegó a Aberdeen (Escocia). En febrero de 2013 Marisol y yo vinimos a Aberdeen en busca de trabajo, la cosa salió bien y yo lo encontré, por lo que Marisol volvió a España para recoger a Olivia (que se había estado quedando con sus papis de acogida) y hacer la mudanza, mientras tanto yo tenía que buscar un piso en el que Olivia fuera bien recibida. La cosa se complicó y tardé más tiempo del esperado en encontrarlo. Estuve más de dos meses viviendo en un hostal, compartiendo habitación con gente que iba y venía, y yo seguía allí, durante ese tiempo me acordé mucho de mi familia, pero a quien más eché de menos fue a mi pequeña. Podía hablar todos los días con mi familia, decirles lo mucho que les echaba de menos, pero lo que me rompía por dentro era no poder abrazar a mi niña y decirle lo mucho que la quería. Fue muy duro, supongo que quien se haya tenido que separar por un largo tiempo de sus peludos me entenderá. A mediados de mayo todo estaba preparado para su llegada, así que Olivia tomó un avión y viajó de Madrid a Amsterdam, hizo una noche allí y al día siguiente voló a Edimburgo donde fuimos a recogerla. Llegamos pronto, tuvimos que esperar a que hicieran todos los papeleos necesarios, revisaran su pasaporte y sus vacunas, etc. Cuando la trajeron dentro de su trasportín estaba temblando. Abrimos la puerta e inmediatamente salió a saludarnos con la mayor alegría que os podáis imaginar. Se le olvidó el trauma del viaje en menos de cinco minutos. A la vuelta en el tren estuvo sentada encima nuestra durante todo el viaje. Al llegar a casa inspeccionó el territorio, se encontró con algunas sorpresitas que le dejamos para que le gustara su nuevo hogar, y disfrutó de la moqueta, que le pareció un sitio perfecto para jugar y echarse a dormir.
Olivia está ahora perfectamente adaptada a Aberdeen, al clima un poquito menos, pero le encanta la playa y los paseos por los parques y nosotras disfrutamos de ella todo lo que podemos. Ha aprendido a quedarse en casa sin ladrar cuando nos vamos a trabajar, pero aún la lía de vez en cuando si sabe que nos vamos de fiesta y no nos la llevamos, supongo que esa será su venganza. Ha hecho nuevos amigos y habla inglés perfectamente. Y lo más importante, sigue tan cariñosa como siempre.
Os dejo una fotitos para que veáis cómo se lo pasa por aquí.
Olivia en el autobús:
Olivia en el parque:
Olivia tomando Starbucks:
Olivia con sus colegas:
Olivia disfrutando de la moqueta:
Olivia entrenando duro:
Olivia en la playa de Stonehaven:
Olivia disfrutando del sol, el césped y la buena vida:
